Primero, si estás leyendo esto, quiero decirte algo: no importa lo que estés pasando, no estás solo. Somos miles de millones de personas en este planeta, y siempre de seguro que habrá alguien más que te comprenda, y si saber eso te hace sentir mejor, tenlo en cuenta.
Muchas veces tenemos periodos en los que sentimos no tener control sobre nuestras emociones, o nos sentimos mal de maneras que no podemos expresar, y mucho de esto tiene que ver con el ánimo.
La verdad es que lo que sentimos nos afecta de manera global, a veces tan intensa que no lo imaginamos. Y es importante que sepas que sí tenemos control sobre nuestras emociones, que sí nos podemos superar y enfrentar a estas circunstancias. Solo te queremos dar aliento, porque mereces estar mejor. Mereces saber que tú puedes.
Para cada ocasión en la que sientes que, para bien o para mal, las cosas se salen de control, puedes utilizar estos consejos que te ayudarán a sentirte mejor:
1. Identifica tus emociones
Cuando pienses que estés perdiendo el control en algún sentido, canaliza. Filtra lo que estás sintiendo, y primero intenta clasificarlo entre ira, tristeza, felicidad o ansiedad. Une vez que hayas hecho esto, pregúntate si realmente tiene sentido, o si solo es una pérdida de energía mental y descártalo. Date tiempo de analizarlo, antes de estallar o reaccionar impulsivamente.
2. Comprende lo que sientes
No lo transformes de inmediato en acciones o palabras de las que después te puedes arrepentir. Piénsalo detenidamente, qué es por lo que estás pasando y por qué te está ocurriendo aquello. Intenta descifrarlo, y que no sean solo impulsos sentimentales.
3. Cambia tu manera de pensar
Renovar tu mente es clave cuando identificas pensamientos y/o sentimientos que no quieres repetir como patrón. Observa dentro de ti qué despierta cuáles emociones, y cambia lo que ya no quieres. Puedes usar frases que te inspiren, fijar metas pequeñas, contarte anécdotas que te hagan reír, o agradecer. Date unos minutos para que, cuando sientas que todo se va a caer, puedas revertir la situación.
4. Adopta medidas físicas
Tu cuerpo te puede ayudar a canalizar de manera más concreta las emociones, y relajarte no solo de manera mental. Puedes probar de distintas maneras: usar ciertas posturas que te den sensación de relajo, meditar, controlar tu respiración, ejercitar o entrenar, entre otras cosas. Tú puedes encontrar la mejor manera para ti.